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Ritmo y Métrica Comprendiendo Compases, Pulsación y Subdivisión
Explora la base del ritmo y la métrica en la música. Aprende sobre compases simples y compuestos, la pulsación y cómo subdividir ritmos para crear patrones.

Ritmo y Métrica: Comprendiendo Compases, Pulsación y Subdivisión
El ritmo y la métrica son elementos fundamentales en la música. Desde patrones sencillos hasta ritmos complejos, comprender los compases, la pulsación, las figuras rítmicas y la subdivisión rítmica es esencial para desarrollar un sentido rítmico sólido y dinámico. Este artículo desglosa estos conceptos para ayudarte a aplicar la teoría rítmica en tus composiciones y arreglos.
0. Introducción al Ritmo y el Tiempo
El ritmo es el pilar fundamental de la música. Es la estructura que organiza los sonidos en el tiempo, dándole a cada pieza musical su flujo y carácter únicos. Para comprender el ritmo, es esencial conocer tres conceptos básicos:
- Pulso: El latido constante que sentimos en la música, similar al tictac de un reloj.
- Tiempo: La unidad básica de duración musical, que puede ser lenta (adagio) o rápida (allegro).
- Compás: La forma en que se agrupan los tiempos en ciclos repetitivos, como 4/4 o 6/8.
Estos conceptos trabajan juntos para crear patrones rítmicos que los músicos interpretan y los oyentes perciben.
1. Figuras Musicales: Duración de las Notas
Las figuras musicales representan la duración de los sonidos o silencios en la música. Aquí tienes una lista de las más comunes, ordenadas de mayor a menor duración:
- Redonda (𝅝): Equivale a cuatro tiempos en un compás de 4/4. Ejemplo: una nota sostenida durante todo el compás.
- Blanca (𝅗𝅥): Dura la mitad de una redonda, es decir, dos tiempos en 4/4.
- Negra (𝅘𝅥): Dura un tiempo en 4/4 y es la base del pulso en la mayoría de las métricas.
- Corchea (𝅘𝅥𝅮): Dura la mitad de una negra. En un tiempo de 4/4 caben dos corcheas.
- Semicorchea (𝅘𝅥𝅯): Dura la mitad de una corchea. En un tiempo de 4/4 caben cuatro semicorcheas.
- Fusa y Semifusa: Figuras más rápidas y menos comunes, utilizadas en música más compleja.
Relación entre Figuras y Subdivisión
Cada figura se puede subdividir en partes más pequeñas:
- Una negra (𝅘𝅥) se puede dividir en dos corcheas (𝅘𝅥𝅮).
- Una corchea se divide en dos semicorcheas (𝅘𝅥𝅯).
- Las subdivisiones continúan para crear ritmos más rápidos y detallados.
Ejemplo práctico: Si tocas una negra con un metrónomo ajustado a 60 BPM, escucharás una pulsación por segundo. Subdividirla en corcheas duplicará la cantidad de pulsos a dos por segundo.
1. Compases Simples y Compuestos
Compases Simples
Un compás simple tiene tiempos que se dividen en dos partes iguales. Los compases más comunes en esta categoría son:
- 2/4: Dos tiempos por compás, con cada tiempo representando una negra. Ejemplo: “Marcha Nupcial” de Mendelssohn.
- 3/4: Tres tiempos por compás. Ejemplo: “El Danubio Azul” de Strauss, que utiliza este compás para su fluidez y elegancia.
- 4/4: El más utilizado en música popular. Ejemplo: “Imagine” de John Lennon.
Compases Compuestos
En los compases compuestos, cada tiempo se divide en tres partes iguales. Se identifican porque su numerador suele ser múltiplo de 3.
- 6/8: Dos tiempos con subdivisión ternaria. Ejemplo: “We Are the Champions” de Queen.
- 9/8: Tres tiempos con subdivisión ternaria. Ejemplo: “Take Five” de Dave Brubeck.
- 12/8: Cuatro tiempos con subdivisión ternaria. Ejemplo: “Norwegian Wood” de The Beatles.
Los compases compuestos aportan una sensación fluida y ondulante, especialmente en baladas y música folklórica.
2. Pulsación y Subdivisión Rítmica
Pulsación: El Corazón del Ritmo
La pulsación es el pulso constante que se siente en una pieza musical. Puede ser rápida o lenta, dependiendo del tempo. Por ejemplo, en “Stayin’ Alive” de Bee Gees, la pulsación rápida impulsa la energía de la canción.
Subdivisión: Desglosando el Pulso
Subdividir el pulso significa dividirlo en partes más pequeñas para crear patrones rítmicos detallados. Las subdivisiones pueden ser:
- Binarias: Dividir cada pulso en dos. Ejemplo: una negra subdividida en dos corcheas.
- Ternarias: Dividir cada pulso en tres. Ejemplo: una negra subdividida en tres tresillos.
Ejemplo práctico: En “Black Dog” de Led Zeppelin, los patrones rítmicos combinan subdivisiones para crear una sensación de tensión y liberación.
3. Aplicaciones Prácticas
Uso de Ritmos Simples y Compuestos
Un mismo motivo melódico puede adaptarse a diferentes métricas para generar sensaciones distintas. Por ejemplo, una melodía en 4/4 puede sentirse estable y directa, mientras que en 6/8 puede adquirir un carácter más melódico y expresivo.
Ejemplo: Prueba a tocar un arpegio simple como el de “Nothing Else Matters” de Metallica (4/4) y reimagínalo en 6/8 para darle una nueva perspectiva rítmica.
Crear Contrastes con la Subdivisión
La alternancia entre pulsaciones y subdivisiones genera interés rítmico. Por ejemplo, “Money” de Pink Floyd utiliza un compás irregular (7/4) que destaca por sus subdivisiones desafiantes y su flujo inusual.
4. Consejos para Mejorar tu Ritmo y Métrica
- Práctica con Metrónomo: Usa un metrónomo para interiorizar diferentes pulsaciones y subdivisiones.
- Explora Polirritmos: Intenta tocar patrones binarios sobre ternarios o viceversa para ampliar tu control rítmico.
- Imita Grandes Ejemplos: Toca canciones como “Mission Impossible” (5/4) o “Take Five” para comprender cómo funcionan compases menos comunes.
Conclusión
Dominar el ritmo y la métrica es fundamental para cualquier músico. Ya sea explorando compases simples y compuestos o experimentando con la pulsación y la subdivisión, estos conceptos te permitirán crear música más interesante y dinámica. Practica regularmente, escucha con atención y deja que el ritmo impulse tu creatividad.